Los móviles: ¿medio o fin?

El primer teléfono móvil fue el Dynatac 8000x, desarrollado en el año 1983 por Motorola, siendo el primer teléfono móvil del mundo. Pesaba 800 gramos y medía 33 por 4,5 por 8,9 centímetros. Puesto a la venta el 6 de marzo del mismo año, un año más tarde contaba con un total de 300.000 usuarios con el terminal.[1] Treinta años más tarde, se estima que en el mundo hay más móviles que habitantes.

Si observamos con detenimiento, vemos a jóvenes de 10-12 años ya con teléfonos móviles propios, y, más sorprendente aun, a los más pequeños de la casa usándolos como si de un cuento o cualquier juguete se tratara y sin casi dificultad.

El problema de todo esto, no reside en el uso que se le dé al móvil como herramienta, de trabajo, ocio, educación… Sino que, comenzando por los colectivos más jóvenes y más vulnerables y, en parte, por la reproducción social que hacen copiando las conductas de los adultos, los dispositivos móviles (teléfonos, tablets, etc) se están convirtiendo en parte de una rutina, en prolongación de cuerpo y mente, creando una adicción.

Grupos de jóvenes que se reúnen en cualquier lugar, y te los encuentras hablando y navegando con los móviles. Adultos que son incapaces de soltar el móvil o dejarlo en cualquier sitio fuera del bolsillo donde pueda sentirlo.

¿Qué pasara con las generaciones más pequeñas que, en vez de nacer con “el pan debajo del brazo” nacerán con un móvil en la mano? ¿Quién enseñará a todos esos futuros integrantes de la sociedad a usar los móviles, a usar las nuevas tecnologías, si no saben siquiera que antes de todo ello existían libros escritos en papel?

[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Motorola_DynaTAC